Un tribunal federal de apelaciones le ha propinado a la administración Trump otra derrota en su intento de revocar las protecciones contra la deportación y los permisos de trabajo para más de medio millón de cubanos, haitianos, nicaragüenses y venezolanos, muchos de ellos residentes en el sur de Florida, a quienes se les permitió la entrada a Estados Unidos bajo un programa de libertad condicional humanitario.