El miércoles 7 de mayo inició el cónclave, en donde 133 cardenales elegirán al sucesor del papa Francisco. La primera ronda de esta votación concluyó con un humo negro, una señal de que la Iglesia católica aún no tiene a su nuevo pontífice.
El proceso se realiza en la Capilla Sixtina, en el Vaticano, donde los cardenales se reúnen sin comunicación con el mundo exterior para realizar la elección. En el lugar, se encuentran instalados dos hornos: uno para quemar las papeletas electorales y el otro para generar el humo que indica el resultado del cónclave, de acuerdo con una publicación de BBC Mundo.
La tradición de quemar las papeletas de votación de los cardenales se remonta al siglo XV. En el siglo XIX, se estableció el humo blanco para comunicar que se eligió un nuevo papa. Esta acción va acompañada del repicar de las campanas de San Pedro para evitar confusiones.

¿Cómo se fabrica el humo para mostrar los resultados?
Chris Mocella, el químico y autor del libro La Química de la Pirotecnia, explicó a la revista National Geographic los posibles procesos químicos que pueden originar el color negro y blanco del humo.
De acuerdo con Mocella, existen ciertos productos que se pueden utilizar para crear un humo que sea blanco o de una tonalidad gris clara. Entre ellos destacó compuestos de zinc y fósforo elemental. Aunque también está la vaporización, el cual considera un proceso complicado para dominar.
“En la vaporización, una sustancia sólida se funde rápidamente y se vaporiza por el calor de una reacción pirotécnica, pero no hasta el punto de quemarse, y se recondensa en el aire para formar una niebla, lo que veríamos como humo”, precisó Mocella.

Por otro lado, Mocella indicó que para el humo negro se necesita quemar un material orgánico como madera.
“Si limitamos la cantidad de oxígeno disponible en una composición pirotécnica de combustión rápida, obtendremos muchas partículas de hollín no completamente quemadas: ¡humo!”, señaló.
El cónclave, un proceso que puede tomar tiempo
La elección del nuevo papa es un proceso que puede tomar tiempo, debido a que un cardenal necesita dos tercios de los votos para convertirse en el nuevo pontífice.
El cónclave más largo de la historia ocurrió entre 1268 y 1271 y duró 33 meses (casi 3 años) y se realizó en Viterbo, cerca de Roma (Italia). Los cardenales se reunieron para decidir al sucesor de Clemente IV, quien fue Gregorio X, detalló el vaticanista Francesco Capozza en entrevista a National Geographic.
Por el contrario, el cónclave más corto de un papa se llevó a cabo el 1° de noviembre de 1503. La votación finalizó en su primera ronda con la elección de Julio II. Capozza señaló que la razón oficial de la rápida votación fue el consenso entre los cardenales.
Sin embargo, el experto indicó que algunas fuentes históricas también señalaron la simonía, lo cual se refiere a la compra de votos, lo cual fue una práctica común en la Iglesia católica durante el Renacimiento.
En el caso del cónclave que se realizó entre el 12 y 13 de marzo de 2013 y resultó en la elección de Jorge Bergoglio, el papa Francisco, se realizaron cinco rondas de votación para lograr un consenso. El entonces obispo de Buenos Aires se convirtió en el primer papa latinoamericano.

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