
Andrew Harnik, fotorreportero de la agencia Getty, tomó el martes una imagen de apariencia insignificante, pero que ―tal vez involuntariamente (aunque los fotógrafos de prensa casi nunca miran sin querer)― resume mejor que ninguna otra el intenso debate surgido en Estados Unidos sobre los posibles conflictos de interés con sectores como los de las criptomonedas, la producción audiovisual o las redes sociales que pesan sobre la nueva Casa Blanca de Donald Trump, su familia y sus aliados.