Dos aviones de la aerolínea estatal Conviasa recogieron este lunes en El Paso, Texas, a los primeros venezolanos deportados por el Gobierno de Donald Trump. La operación se concreta dos semanas después de que Nicolás Maduro se reuniera con el enviado especial Richard Grenell, cuando la bandera de Estados Unidos volvió a izarse al lado de la de Venezuela en el Palacio de Miraflores. Trump ha cumplido sus amenazas. El propio Grenell ha supervisado el abordaje de los vuelos. “Hagamos que Estados Unidos sea seguro otra vez”, señaló la Casa Blanca en su mensaje con una fotografía del momento en que los deportados subían a los aviones.