El panorama judicial de Donald Trump se sigue despejando tras su victoria en las urnas en las elecciones presidenciales del 5 de noviembre. La doctrina del Departamento de Justicia de Estados Unidos señala como norma general que no se pueden seguir causas penales contra un presidente en ejercicio. El fiscal especial Jack Smith ha presentado una moción para retirar las dos acusaciones por decenas de delitos que mantenía contra el ahora presidente electo, tanto por intentar robar las elecciones de 2020 como por el caso de los papeles clasificados de Mar-a-Lago.