La batalla entre el papa Francisco y Donald Trump ya ha comenzado, tal como se preveía dado el precedente de la anterior presidencia del magnate, llena de cruces de declaraciones hostiles (el Pontífice llegó a decir en 2016 que el mandatario no era cristiano). Esta vez arranca con un choque directo sobre la inmigración. Jorge Mario Bergoglio ha publicado hoy martes una insólita carta dirigida a los obispos estadounidenses “en estos delicados momentos”, que dedica exclusivamente a hablar de esta cuestión: “He seguido con atención la importante crisis que está teniendo lugar en los Estados Unidos con motivo del inicio de un programa de deportaciones masivas. La conciencia rectamente formada no puede dejar de realizar un juicio crítico y expresar su desacuerdo con cualquier medida que identifique, de manera tácita o explícita, la condición ilegal de algunos migrantes con la criminalidad”.