Nadie en Rusia se esperaba hace dos meses que Donald Trump anunciase tantas concesiones al Kremlin y humillase en directo al ucranio Volodímir Zelenski. Pero el idilio perfecto entre el presidente estadounidense y Vladímir Putin se ha desvanecido de pronto con la propuesta de Washington de una tregua de 30 días acompañada de una Kiev rearmada. Muchos rusos vuelven ahora a convencerse de que los denostados Estados Unidos siguen siendo el enemigo de siempre. El Kremlin se tomará un tiempo para responder. Pero será difícil contentar al mismo tiempo a Trump, al que urge quitarse la cuestión ucrania de encima, y a cientos de miles de rusos que han sacrificado sus vidas por la cruzada de Putin en Ucrania.