Los participantes de la Conferencia de Seguridad de Múnich que esperaban que el vicepresidente de Estados Unidos, J. D. Vance, ofreciera pistas acerca de los planes de su Administración para gestionar conflictos como el de Ucrania y Oriente Próximo no vieron satisfechas sus expectativas. A cambio, se toparon este viernes con una durísima arremetida de corte ideológico contra los países europeos que evidencia un desgarro vertiginoso entre las dos orillas del Atlántico Norte mientras el mundo se precipita en una peligrosa espiral de confrontación de potencias. La ofensiva fue de tal calibre que el asombro y la indignación recorrieron la conferencia, llena de dirigentes europeos. Boris Pistorius, ministro de Defensa de Alemania, lo resumió diciendo que no era “aceptable” el cuestionamiento de las democracias europeas lanzado por el vicepresidente de EE UU.