Francia, cuna de una idea de la Europa de los derechos humanos y la Ilustración, tiene una semana para decidir si coloca a la extrema derecha euroescéptica y nacionalista en el poder, o si frena su ascenso imparable con una coalición heterogénea que abarque desde la izquierda radical a la derecha moderada. Esta es la elección que afrontan los franceses tras la victoria rotunda, en la primera vuelta de las elecciones legislativas, del Reagrupamiento Nacional (RN) de Marine Le Pen.