Desde que el pasado 5 de noviembre Donald Trump ganó las elecciones por segunda vez, para los miles de migrantes que esperan en México a que la aplicación CBP One les de una cita para solicitar un permiso humanitario con el que entrar a Estados Unidos, conseguirla se ha vuelto más urgente que nunca. El Gobierno de Joe Biden, que puso en marcha esta herramienta gratuita hace casi dos años para ordenar el flujo de las miles de personas que llegan a sus fronteras a pedir asilo, dice que la mayoría consigue turno en menos de ocho semanas, pero muchos de los que aguardan en Ciudad Juárez aseguran llevar meses sin tener suerte en lo que consideran una lotería; una tómbola que ahora se ha convertido en una carrera contrarreloj con la meta en el 20 de enero, el día en el que tomará posesión el republicano, que ha prometido acabar con este programa.