México y Colombia enviarán una representación diplomática a la toma de posesión de Nicolás Maduro como presidente de Venezuela el próximo 10 de enero. La decisión, anunciada este lunes, marca un giro en la postura de ambos Gobiernos con respecto al reconocimiento de la polémica reelección del mandatario chavista. Tanto la presidenta mexicana, Claudia Sheinbaum, como su homólogo colombiano, Gustavo Petro, habían condicionado, de manera más o menos explícita, su presencia en la toma de posesión a que el chavismo hiciera pública las actas que demostraran la victoria electoral. Edmundo González Urrutia, el candidato de la oposición, agrupada en la Plataforma Unitaria Democrática (PUD), que se ha proclamado vencedor de las elecciones mostrando más del 80% de las actas de los comicios, ha insistido que también pretende tomar posesión el mismo día.