A tono con la prédica de la ultraderecha global, el Gobierno de Javier Milei avanza en la desregulación del acceso a las armas de fuego en Argentina. El presidente decretó el pasado lunes una reducción en la edad mínima para poder ser usuario: sin debate ni participación del Congreso, Milei resolvió que el requisito baje de 21 a 18 años. Mientras altos funcionarios se muestran en redes sociales practicando tiro o se fotografían con pistolas y rifles, el Ejecutivo impulsa también una ley para “promover y facilitar” la tenencia de armas, entre otras medidas que flexibilizan los controles vigentes. Desde la Red Argentina para el Desarme advierten que el discurso y las decisiones del Gobierno proponen a la violencia como solución a los conflictos y generan mayores riesgos para las personas.