Adrián Simancas, un joven venezolano residenciado en Chile, relató su experiencia luego de haber sido succionado y posteriormente escupido por una ballena jorobada, cuando practicaba kayak en aguas de la bahía El Águila de Punta Arenas, al extremo sur del país austral.
El hecho ocurrió el 8 de febrero y quedó registrado en un video que grabó una cámara que tenía su papá, Dell Simancas, quién se encontraba en otro bote cuando el cetáceo salió del agua.
“Sentí como un golpe por detrás (…) entre algo que me golpeaba y me succionaba al mismo tiempo. Cuando volteo veo algo oscuro y blanco y algo me roza la cara de textura babosa, y se cierra alrededor de mi. Fue en menos de un segundo, no entendía qué pasaba (…) Pensé que había muerto y que ya no tenía nada que hacer”, contó Adrián en entrevista con el medio chileno TVN.
El venezolano recordó que a los pocos segundos de haber sido atrapado por la ballena, ésta lo escupió y logró salir a la superficie con miedo a que el mamífero lo volviera a atacar.
“Veía cosas moviéndose en el agua, le advertí a mi papá y él me estaba tranquilizando (…) Pudimos resolver la situación”, recordó Adrián, quien no sufrió heridas tras el hecho.
Comentó que tanto él como su padre han realizado cursos de maniobra de rescates y tenían las medidas de protección necesarias.
El video del hecho se viralizó en las redes sociales. En las imágenes se ve a Dell Simancas acercarse para rescatar a su hijo y luego dirigirse hasta la orilla.
Ataque poco común
De acuerdo con varios medios de comunicación, no es común este tipo de ataques de ballenas a humanos, ya que estos no pueden ser ingeridos por los mamíferos. En una publicación de National Geographic, explican que aunque un humano cabe en la boca de una ballena jorobada, este no puede ser tragado, ya que la garganta es muy pequeña.
Nicola Hodgins, miembro de la organización sin fines de lucro del Reino Unido, Whale and Dolphin Conservation, explica que la garganta de una ballena jorobada tiene el tamaño aproximado, de un puño humano y solo se puede extender hasta 38 centímetros.
Estos son algunos alimentos que pueden comer las ballenas:
-Krill, pequeños crustáceos parecidos a los camarones
-Peces pequeños
-Plancton
-Bacalao
Otros casos similares
En 2021, un buceador, identificado como Michael Packard, vivió un episodio similar al de Adrián, cuando en agua de Massachusetts (Estados Unidos) fue atacado por una ballena jornada.
El hombre relató a Cape Cod Times que había sentido un empujón y luego todo se tornó oscuro a su alrededor. Aseguró que estuvo al menos 30 segundos en la boca del animal hasta que ésta salió a la superficie y lo escupió.
Otro hecho ocurrió en 2020, cuando unos kayakistas se quedaron atrapados en la boca de una ballena jorobada en California (Estados Unidos).
También, se conoció del caso de un turoperador que fue succionado por una ballena en el puerto de Port Elizabeth, en Suráfrica, en 2019.
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