Los españoles se despertaron este domingo con la noticia de que el candidato de la oposición venezolana en las elecciones del 28 de julio, Edmundo González Urrutia, volaba en un avión de la Fuerza Aérea española rumbo a Madrid. El presumible ganador de los comicios, según las actas que se han hecho públicas, había sido acusado de cinco delitos y se enfrentaba a una orden de detención. Su asilo en España se negoció en secreto durante semanas, con el líder opositor refugiado en la Embajada de Países Bajos en Caracas. El pasado jueves se trasladó a la residencia del embajador español mientras se tramitaban salvoconductos para que él y su esposa pudieran salir del país. El ministro de Exteriores, José Manuel Albares, asegura que la acogida responde a razones “humanitarias y políticas”, que “no hay ningún tipo de contrapartida” y que España mantiene su negativa a reconocer la victoria de Nicolás Maduro si no se publican todas las actas electorales. Esta entrevista se realizó presencialmente el pasado viernes, pero se actualizó por escrito el domingo mientras Albares viajaba con el presidente Pedro Sánchez a China.