A finales de los noventa del siglo pasado, la periodista e investigadora australiana Suelette Dreyfus escribió un libro legendario sobre la nueva generación adolescente de hackers o piratas informáticos: Underground: Tales of Hacking, Madness and Obsession on the Electronic Frontier (Underground: Historias de Hackeo, Locura y Obsesión en la Frontera Electrónica). Uno de los investigadores que colaboró en el trabajo se llamaba Julian Assange, al que es fácil identificar como Mendax, uno de los personajes. De hecho, en la edición de Canongate Books se atribuye la autoría conjunta de la obra a Dreyfus y Assange. En el capítulo llamado Introducción del Investigador se desliza una misteriosa cita de Oscar Wilde: “El hombre es menos él mismo cuando habla en primera persona. Dale una máscara y te dirá la verdad”. Ese capítulo fue escrito por el hombre que con el tiempo sería cofundador de Wikileaks, impulsor de una de las investigaciones más importantes en la historia reciente que sacudió el debate sobre el acceso a la información de los poderes públicos y que más tarde se convertiría en el prófugo más conocido del planeta.