Julian Assange ha llegado con traje y corbata, aunque con aspecto algo desaliñado, a su cita con la libertad. El fundador de Wikileaks ha comparecido a primera hora del miércoles en el tribunal de distrito de Saipán, en el territorio de las Islas Marianas del Norte. Allí, la jueza Ramona Manglona supervisa en una vista el acuerdo alcanzado con el Departamento de Justicia de Estados Unidos. Assange se ha declarado culpable de un delito de violación de la Ley de Espionaje, por el que espera ser condenado a una pena ya cumplida de cinco años de prisión. Espera salir del juzgado como un hombre libre, tras 12 años recluido, siete de ellos en la Embajada de Ecuador en Londres y otros cinco en una cárcel de máxima seguridad británica.