El jueves 17 de octubre fue el día más oscuro en Cuba en todo 2024. La población comenzó a quejarse y a exigir la “renuncia” de sus dirigentes en redes sociales. La Unión Eléctrica, la compañía eléctrica estatal, confirmó que más de la mitad de los cubanos estaban sin servicio de electricidad. Sin poder esconder bajo el tapete la oscuridad en que permanece la isla, como un agujero negro en medio del Mar Caribe, su Gobierno reconoció lo evidente: que el país atraviesa una “situación de emergencia energética” que conllevó al cierre de las escuelas en todos los niveles de enseñanza y la suspensión de las actividades culturales y recreativas, a fin de priorizar los hospitales y centros de elaboración de alimentos. Este viernes la situación se precipitó y el Ministerio de Energía y Minas informó de que a las once de la mañana “se produjo la desconexión total del Sistema Electroenergético Nacional”. A primera hora de la tarde, Cuba aún seguía “en proceso de restauración” del apagón.