El 53% de la población de Argentina es pobre. Es la primera vez en dos décadas, desde la crisis del corralito de 2001-2002, que la clase media se ve superada en número por quienes no pueden pagar los gastos de vivienda, transporte, salud y educación más básicos después de llenar el carrito de la compra. La última agonía económica de la clase media comenzó hace al menos una década, pero desde la llegada del ultra Javier Milei a la presidencia, el deterioro se aceleró: en los primeros seis meses del año, 5,5 millones de personas pasaron a ser pobres y en total son ya 25 millones. Los que se mantienen a flote lo hacen cada vez más acorralados: o gastan ahorros o se aprietan un cinturón al que ya le han tenido que hacer varios agujeros.