A falta solo de que sea refrendado la semana próxima en la convención nacional, que se celebrará en Milwaukee, el Partido Republicano de Estados Unidos ha dado los últimos retoques a su programa electoral, que incluye llevar a cabo la mayor deportación de migrantes de la historia del país en caso de que su candidato, Donald Trump, gane las elecciones del próximo 5 de noviembre. Temas candentes como el derecho al aborto, una de las principales bazas de los demócratas, o el matrimonio igualitario han quedado disimulados en el breve programa, que apuesta por “volver al sentido común” mediante una agresiva agenda legislativa destinada a poner patas arriba la inmigración, la economía y otras cuestiones, más perentorias que las ideas, de la vida de los estadounidenses.