Antonio Tarazona, de 59 años, y Lourdes María García, de 34, salieron junto a su bebé de tres meses en su coche de Paiporta a Valencia tras ver que las inundaciones se complicaban. Lo intentaron, pero el agua se lo impidió. “El coche empezó a flotar. Lo pudimos anclar a una señal, yo intenté bajar por la ventana, porque la altura del agua era de metro y medio, pero la fuerza era brutal. Intenté llevarme a la niña a una rotonda, no lo pude conseguir y me desprendí del coche. En el coche se quedó Lourdes y la bebé. Estaba anclado, pero la corriente empezó a arrastrar el coche para abajo y lo último que vi fue cómo pedían auxilio desde el techo del coche”, cuenta Tarazona a EL PAÍS. Él, desesperado, logró zafarse en una valla e intentó ir por ellas cuando las vio alejarse, pero no lo logró. “Era imposible”, lamenta, “ya había tenido suerte de no haber fallecido en el intento, no pude hacer nada”. A las 22.00 horas de este miércoles, la Guardia Civil le confirmó a Tarazona el hallazgo de los dos cadáveres.