Javier Milei ha viajado al exterior más que ningún otro presidente argentino en el inicio de su mandato: nueve viajes en poco más de seis meses. En total, ha pasado fuera 38 días, lo que da en promedio, uno de cada cinco días de su gestión. Esas giras internacionales han roto con la tradición de empezar por Brasil, el gran socio comercial de Argentina, y han ignorado también a los otros países vecinos, centrándose casi en exclusiva en Estados Unidos y Europa. El último viaje lo llevó por España, Alemania y la República Checa y concluyó este martes envuelto en críticas por el gasto y con un escándalo inesperado: la dirección del Instituto Liberal de Praga acaba de desmentir haberle concedido ninguna distinción. Según su director, Martín Pánek, el premio que recibió el presidente argentino fue otorgado por un grupo disidente y no por las autoridades del instituto.