La situación de máxima tensión en Venezuela por las elecciones del domingo, en las que la oposición puede desbancar a Nicolás Maduro después de 25 años de chavismo, tiene en vilo a los grandes líderes de la izquierda latinoamericana. A los que en algún momento han apoyado a Maduro y a los que no. Desde Lula Da Silva a Gabriel Boric, pasando por Gustavo Petro y Alberto Fernández. El presidente de Brasil ha sido el más enfático estos días al reconocer que sintió “miedo” al escuchar a Maduro decir, en un vídeo que supuestamente fue difundido en redes sin su consentimiento, que una victoria del candidato opositor, Edmundo González, podría derivar en “un baño de sangre” o “una guerra civil fratricida”. Aunque cuesta saber si se trata de un exceso retórico del presidente, nada inusual en el chavismo, o una amenaza con contenido, la realidad es que ha generado preocupación.