Las entrevistas de los candidatos presidenciales al programa 60 minutes están casi tan arraigadas en la tradición electoral estadounidense como los debates, desde que en 1968 el republicano Richard Nixon y el demócrata Hurbert Humphrey se sentasen antes los periodistas de la CBS. Este año, sin embargo, Donald Trump dio plantón a la cadena después de haber aceptado inicialmente la entrevista. Sí que la concedió Kamala Harris. La candidata demócrata, que tardó 39 días en responder cara a cara a un medio de comunicación desde que fue designada para sustituir a Joe Biden, ha emprendido una ofensiva mediática para llegar a los electores. En la de este lunes, Harris, dijo que no se sentaría con Vladímir Putin a negociar la paz en Ucrania sin representación del Gobierno de Kiev. También aseguró que no solo tiene una pistola, sino que la ha disparado.