El ejército de Israel ha anunciado este sábado algo que durante décadas consideraba demasiado osado y peligroso: el asesinato de Hasan Nasralá, máximo líder de Hezbolá durante 32 años. Lo ha hecho 18 horas después de lanzar varias bombas de hasta una tonelada y con capacidad de penetrar búnkeres contra edificios residenciales en Dahiye, al sur de Beirut, bajo los cuales ―según el ejército israelí― se encontraba Nasralá. Unas horas después, el partido-milicia libanés ha confirmado la muerte de su principal dirigente, de 64 años, convertido en su rostro ante el mundo y en la voz de muchos chiíes del país. Tras conocerse la noticia en las calles de Beirut, decenas de personas han estallado en llantos y gritos en honor a Nasralá. Oriente Próximo vuelve a entrar en terra incognita, como otras tantas veces desde octubre de 2023.