La convención demócrata que se inaugura este lunes en Chicago será un acontecimiento muy distinto del que se preparaba hace exactamente un mes. En lugar de la reunión en sordina que iba a certificar discretamente la candidatura del presidente Joe Biden para la reelección, el partido que ha dado la vuelta a sus perspectivas electorales se apresta ahora a una fiesta lo más jubilosa posible. Más de 50.000 simpatizantes, delegados, políticos, asesores, periodistas y celebridades se dan cita en la Ciudad de los Vientos para la coronación de la vicepresidenta Kamala Harris este jueves como la candidata oficial y la gran esperanza del partido para ganar las elecciones del 5 de noviembre. Aunque las protestas propalestinas convocadas para el cónclave pueden lanzar una sombra sobre las celebraciones.