La jueza federal Aileen M. Cannon, nombrada por Donald Trump, ha decidido desestimar y archivar el caso por el que el expresidente estaba acusado por decenas de delitos de retención de secretos y de obstrucción a la justicia por llevarse papeles clasificados en su marcha de la Casa Blanca. La mayoría fueron recuperados por un registro en Mar-a-Lago, la mansión de Trump en Palm Beach (Florida). En una sorprendente resolución de 93 páginas, la jueza concluye que el nombramiento del fiscal especial, Jack Smith, violó la Constitución porque no había sido nombrado por el presidente (lo hizo el fiscal general) ni confirmado por el Senado.