La campaña de Kamala Harris está recurriendo en su publicidad negativa a las descalificaciones que los antiguos miembros del equipo de Donald Trump lanzan contra el expresidente. Ahora, cuenta con munición fresca. John Kelly, que fue su jefe de gabinete, un puesto casi equivalente al de un primer ministro, ha asegurado en una entrevista que Trump encaja en la definición de “fascismo” y ha advertido de que el expresidente podría ejercer como un dictador si recupera el poder. Tras esas revelaciones, Harris señaló que Trump “está cada vez más desquiciado e inestable” y dijo que “es profundamente preocupante e increíblemente peligroso que Donald Trump invoque a Adolf Hitler”. El republicano, mientras, sigue insultando a su rival, a la que llamó el martes “estúpida” y “vaga”, un calificativo con tintes racistas en Estados Unidos. La campaña ha entrado de lleno en el terreno de los ataques personales a menos de dos semanas para las elecciones.