El Gobierno español no logra comprender por qué un Gobierno del que pretende ser amigo, como el mexicano, también de ideas progresistas, según ha explicado en Nueva York el presidente, Pedro Sánchez, lo ha llevado a una situación “inaceptable” que ha derivado en una crisis diplomática muy grave en la que ningún miembro del Ejecutivo acudirá a la toma de posesión de Claudia Sheinbaum, una situación inédita, “como protesta por la exclusión” del rey Felipe VI de ese acto protocolario de la máxima relevancia para las relaciones entre países.