El secretario político del Frente Sandinista de Liberación Nacional de su institución le dijo a Leonardo, un guarda de seguridad del Ministerio de Salud (Minsa), que esa orden era de estricto cumplimiento. Que no admitía negación alguna: tenía que irse por una semana a un lugar no determinado a un campamento para recibir entrenamiento militar. Aprender técnicas de guerra para “estar listos para defender la revolución” que encabezan los sandinistas Daniel Ortega y Rosario Murillo. Le dijeron que tampoco llevase su celular y no hiciera muchas preguntas.